21 mayo, 2009
La identidad en el ciberespacio
Una de estos procesos que el ser humano está enfrentando en la actualidad es la del posmodernismo, esa idea del dejar las taras a un lado, y ser independientes en pensamiento y dejar ser, se ha visto completamente involucrado en el tema de la identidad del ser humano en las redes sociales.
¿Quién quieres ser hoy?, ¿cómo quieres lucir hoy? El juego de las identidades tiene que ver mucho en esta nueva forma de sociabilización. Portales como: Hi5, Facebook, Msn, My space, entre otros son los espacios en el que el usuario puede ser quien en verdad anheló y espera convertirse en algún momento de su vida.
Las relaciones interpersonales físicas se han visto afectadas ya que no el ser humano se acostumbró a conocerse, y es más, seguirse relacionando con los demás sólo por medio de la tecnología.
Un universo de emociones se va construyendo en base a la imagen que vamos creando de alguien en estas redes sociales. Hasta qué punto es verdadero: ¿El sentimiento y la persona que decimos ser?
25 abril, 2009
Tú y yo lo somos
No importa cuanto conocimiento tecnológico puedas tener acerca del funcionamiento de tu computador o del Internet, este conocimiento lo vamos adquiriendo con la práctica constante, en el día a día, con la sed de conocimiento, por buscar una nueva forma de entretenimiento y/o hasta de conocer quien va a ser a tu media naranja.
Millones son las historias que tejen los cibernautas entorno a este nueva forma de comunicación ya sean positivas o negativas.
Y con esta nueva forma de sociabilizarse en el ciberespacio, ¿qué tanto nos limita para sociabilizarnos en la vida real? es una respuesta que sólo lo sabremos con el tiempo ya que el cibernauta forma parte de una sociedad heterogenia, impredecible.
Las ansias del ciberlector por llegar a su casa y conectarse al msn o Facebook, tal vez por moda, porque la sociedad simplemente te lo exige para formar parte de un grupo definido hace que de a poco el indivuo probando llegue a lo que más le interese, pero esta en nosotros mismo el ser un cibernauta responsable y crítioco al momento de navegar en un océano de información.
DIME CUÁNTO TIENES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
No importa cuánto sepas, no importa lo que sientas, no importa las ideas que tengas, esa es una de las más grandes desigualdades sociales por las que tiene que atravesar el ser humano para llegar a cumplir su objetivo y para también llegar a ser reconocido.
Desigualdad social, de género, económica, cultural, etc. Son muchas las trabas que nos ponemos los seres humanos al momento de mantener una relación directa entre nosotros y aparentemente hay un sin número de posibles soluciones que proponen que estas se eliminen, pero ¿cuántas de estas se cumplen?
La idea utópica de organizaciones internacionales que se encarguen por velar por la igualdad de cada una de las personas en cada uno de los Estados del mundo, no muchas veces se lleva a cabo, esta desigualdad guiada por intereses económicos hace que no nos veamos de igual a igual en la sociedad.
Otra de las propuestas, el tan aclamado, Socialismo del siglo XXI, en el que la equidad prevalece ante todo también es una manera de acentuar que la desigualdad existe y la misma trata de sacar a los menos afortunados adelante, pero aunque aparentemente se trate de equilibrar a la sociedad, en esta se hace de menos a quienes económicamente ha salido adelante.
Si nosotros no empezamos a concienciar que primero debe cambiar nuestra actitud, viendo a nuestro prójimo como un igual, sin importar cuánto tenga o cómo luzca, la desigualdad en el mundo seguirá a flor de piel, sólo trata a los demás como a ti te gustaría que te traten y ya.
12 febrero, 2009
El teatro Drag es un arte
“El nombre del bar fue una creación de mi novio Manuel y mío, en un comienzo se iba a llamar Collage porque teníamos muchas fotos y nació como una café bar, pero ahora con el tiempo lo hemos cambiado a café teatro por la actividad”
Daniel Moreno
Una noche de emergencia
El frío de Quito no fue el impedimento para que Luis Panamá, conductor de la Cruz Roja; Edwin Dávila y Diego Valencia, paramédicos de la misma Institución, cumplan con el turno de 12 horas del pasado 16 de enero, que se inició a partir de las 19:00.
Empezando la noche
Luis y Edwin fueron los primeros en llegar y alistar la que sería su cama en esa noche de trabajo, las camas de hierro que con el pasar de los años se oxidan fueron cubiertas con delgadas mantas de lana que los abrigaban hasta recibir la primera llamada de emergencia de la central de la Cruz Roja.
Una vez preparados con sus equipos, a las 20:15, dieron el primer dato a la central informando que irían a llenar de combustible la ambulancia, en medio de la lluvia que cubrió la capital, después de cumplir su primera labor, se dirigieron a buscar a su tercer compañero: Diego, que se encontraba cerca de un local de comida rápida en el norte de la ciudad, así que decidieron matar dos pájaros de un tiro, al comprar la cena de aquella noche.
Con fundas llenas de comida se dispusieron a volver a la central cuando luego de 5 minutos de camino recibieron la alerta de un accidente de tránsito en la calle Necochea, al sur de Quito, y al confirmar la presencia de un herido, Diego encendió la sirena, que ayudó a despejar las calles que los llevarían hasta la víctima.
Al llegar, familiares y curiosos que se encontraban cerca del herido agitaban sus brazos para llamar su atención, Diego y Edwin, bajándose de la ambulancia que seguía en movimiento, corrieron para revisar a la víctima de 42 años, que presentó un rasgamiento en su córnea e iris además de un traumatismo es su cráneo.
En medio de los gritos de la esposa del herido, Diego condujo la camilla hasta la ambulancia para llevar al accidentado hacia el hospital más cercano.
El olor a papas fritas y a sablón, sustancia utilizada para desinfectar, se mezclaba en el interior de la ambulancia que a gran velocidad esquivaba automóviles para llegar al Hospital Villaflora, cuando a las 21:47, el despiste de un conductor provocó el choque de la ambulancia con el pequeño auto, sin dudarlo, Luis continuó con la travesía hasta llegar al Hospital.
Entre falsas alarmas
El reloj marcó las 23:47. Sin quitarse los zapatos y overoles, los tres paramédicos decidieron descansar mientras comían las papas ambientadas al frío de Quito. Discutiendo de los informes que debían realizar el lunes de a poco se cerraban sus ojos.
Una hora después, entre ronquidos, Diego escuchó a lo lejos la radio que daba el aviso de un volcamiento en el sector de El Trébol, despertando a sus compañeros, corrieron hasta la ambulancia.
Como si estuviesen en una Montaña Rusa, el estómago de Edwin se movía con mariposas cada vez que Luis aceleraba al bajar un puente a desnivel, al llegar al lugar del accidente, no encontraron más que un automóvil volcado en la cuneta sin su conductor que se había dado a la fuga minutos antes.
Al intentar comunicarse con la central recibieron otra alarma de volcamiento en la Autopista General Rumiñahui, cuando llegaron se encontraron con el mismo caso anterior.
“Diego queremos dormir”
A Diego lo conocen como el pecador, por el conocido dicho: Pagan justos por pecadores. “Siempre que trabaja Diego se viene la ciudad abajo no se por qué le deje subir en mi turno a la ambulancia”, dijo Edwin en medio de bostezos y risas que amenizaba su regreso a la Institución.
“Bonita noche, falta una llamada y ya” comentó Diego al acomodarse en su cama. A las 02:28 la radio se volvió a escuchar esta vez fue el atropellamiento de un joven en la avenida Orellana y Amazonas, la sirena de la ambulancia parecía no incomodar a sus pasajeros por la costumbre de convivir con ella.
Una vez que llegaron hasta el joven atendieron la fractura de su pierna y confirmando que hospital tenía cabida, arrancaron.
Dejando a salvo al herido regresaron una vez más a la Cruz Roja a las 03:40, hora en la que Luis, Diego y Edwin cerraron sus ojos junto con la ciudad que también se dispuso a descansar.
El infierno es de color amarillo
Cristina es usuaria frecuente del transporte público, sobre todo del Metro bus que se dirige por el corredor central a ambos extremos de la ciudad, de la estación norte de la Ofelia hasta el centro-sur, en el Playón de la Marín.
“Todo parecía perfecto, en la parada de bus no había gente y yo fui la primera en la fila”, decía mientras buscaba un lugar seguro en el que no le empujen los demás pasajeros al entrar y al salir del Metro bus.
“El primer bus que vino estaba tan lleno que decidí esperar al siguiente, que se lo veía venir desde unas cuantas cuadras atrás”. Al llegar el medio de transporte tan anhelado, no sólo por Cristina, sino por otros pasajeros más, sus rostros se transformaron como si estuviesen observando una película de terror, el conformismo de saber que tal vez la siguiente unidad llegaría en las mismas condiciones, hizo que decidieran entrar.
Como en lata de sardinas, todos los pasajeros iban rectos y pegados muy cerca unos de otros, sólo se escuchaba las quejas al suplicar que no entren más, pero era imposible, Cristina estaba sobre tiempo para llegar a su lugar de trabajo en el centro histórico.
El bus largo que en horas pico alberga una centena de pasajeros, viajaba por el corredor central, como el carro que divierte a los niños en los fines de semana, llamado el gusanito, que se menea sin cesar en cada curva.
Estas unidades de transporte, corresponden a empresas independientes como Mitad del Mundo, Compañía Pichincha, Tesur, entre otros. Los mismos que prestan este servicio en el corredor central Metro Q, que tienen integración con la Ecovía y el Trolebus, transporte propio del Municipio de Quito.
Por el micrófono se comunicaba el chofer, Jaime Ródas, recordando a los usuarios que cuiden sus pertenencias y que anticipen sus paradas para poder salir de la unidad transporte. Las personas de tercera edad que ingresaban eran uno más del grupo, ya que jóvenes al verlos desviaban sus miradas hacia la ventana o a sus celulares sin tener la mayor intención de ceder los puestos.
La luz del sol, enceguecedora para quienes estaban en el lado izquierdo del bus, hacía que se acreciente su desesperación al abrir las ventanas de par en par, “el infierno es de color amarillo”, dijo Cristina, que parecía estar incómoda con su blusa favorita, ya que apenas recibía una leve brisa hasta donde estaba sentada.
El tiempo estimado entre estaciones es de 30 minutos, lo cual lo convierte en uno de los medios de transporte más rápido y en uno de los que brindan el peor servicio en la corporación de transporte y vialidad del municipal. Cristina luego de haber arribado a la estación Seminario Mayor, a penas se pudo colocar en uno de los lugares especiales para uso de discapacitados, con el fin de no ser empujada y manoseada por quienes utilizan este servicio.
28 enero, 2009
Para mi ser drag es parte de ser constante
Soy 20 años orgullosamente gay. Me descubrí como homosexual a los 13, en plena flor de la pubertad e inició de la adolescencia. Antes de contarle mi verdad al mundo decidí informarme y saber el por qué me gustaban niños de mi sexo, pero los libros de los años 80 se limitaban en decir que eran simples desviaciones mentales y perversiones por parte del ser humano.
No me quería aceptar, no quería reconocer lo que soy ahora porque me sentía como un enfermo entonces conocí a un amigo mayor a mí con 10 años y él fue quién me explicó que no tenía nada de malo en tener gustos diferentes, pero aún así no podía decirle a mi familia la verdad porque mi hermano mayor, Fernando, era homofóbico y decía que a los gays debían matarlos; entonces yo pensaba: “si supiera que a su lado tiene a uno”, y así continuaba con un millón de mascaras que utilizaba para cada ocasión.
A los 18 años decidí hablar con mi familia y lo que hay que tener claro es que si te rechazan no es por odio, es porque se preocupan por ti, por tu soledad en la vejez porque la idea de que tus nietos e hijos se hagan cargo de ti se desvaneció de sus mentes, solo con el tiempo mi relación con la familia mejoró y ahora es perfecta.
Estudié Arte en
Todos mis logros se deben a mi constancia y mi lucha para hacer realidad mis sueños, mi madre ha sido quien me ha dado la confianza para seguir siendo lo que soy, una persona de éxito que las personas quieren y admiran.
12 enero, 2009
Quien no ha sido asaltado que lance la primera piedra
La gran cantidad de desempleados, la falta de valores que debería ser impartidos sobre todo por la familia hacen que delincuentes tengan que transgredir la vida de la ciudadanía para satisfacer sus necesidades.
Y ¿qué es lo que ha hecho el Gobierno de turno para controlar esta situación?, además de contradecir a los medios de comunicación que se han enfocado en transmitir los niveles de inseguridad en su sección de crónica roja, nada.
La inseguridad no se combate regalando millones de dólares para comprar motos y automóviles nuevos, que a lo largo del tiempo servirán para estar estacionados, la inseguridad se combate comenzando por nuestros policías, los mismos que deben estar capacitados para dar un trato humanizado a la sociedad ya que en muchas ocasiones han ido en contra nuestros derechos.
Las iniciativas que ha dado el Gobierno como la Red de Seguridad Ciudadana, además de ser novedosas están hechas para analizar su efectividad luego de varios años de creadas.
Y peor aún cuando quien dio a luz esta iniciativa se retira para ser candidato en las próximas elecciones, esperemos que el nuevo ministro coordinador no se deje guiar por otros intereses y mantenga esta política que aunque un poco tardía puede solucionar parte del problema.
Mientras ¿qué solución nos pueden dar? No podemos convertirnos en una sociedad que se acaba cuando se oculta el sol o un lugar no recomendado para visitar por sus altos índices de inseguridad.
Redes de Seguridad Ciudadana
¿Qué son las Redes de Seguridad Ciudadana?
Estas redes son una aspiración de los ciudadanos al derecho de organizarse para que juntos se puedan resolver los problemas que aquejen al grupo, en este caso nosotros estamos organizando las Redes de Seguridad Ciudadana en los barrios para que la gente se una, converse, se organice y juntos hagan una autogestión ara resolver los problemas del barrio.
¿Este proyecto tiene relación con la llamada de atención del Presidente por el alto nivel de inseguridad?
Este es un proyecto que estaba planteado antes, esta es una vieja aspiración de la ciudadanía, políticos para poder organizar a la sociedad. Una de las consecuencias de tener una sociedad desorganizada es que el índice delincuencial se eleve. Nosotros plantamos la seguridad desde el punto de vista de la organización comunitaria, también tiene que ver con la seguridad en gestión de riesgos, salud, educación. Todo esto es parte de una seguridad integral.
¿La ciudadanía no llegaría a mal interpretar este proyecto ya que estamos a las puertas de elecciones?
Realmente no. Aunque pueden haber muchos cuestionamientos acerca de que este impulso de la creación de las Redes Ciudadanas se este haciendo justamente eso, pero nosotros lo estamos realizando desde aproximadamente dos meses. Esto más que una necesidad electoral va mucho más allá, alguna gente puede utilizar esto como una campaña electoral, pero lo que nosotros estamos aspirando es ser una red social que permita, en primer lugar, poder bajar todo el beneficio social, todos lo programas y proyectos sociales que tiene el Gobierno directamente a la comunidad y hemos visto que es a través de estas redes y también al hacer esto nosotros estamos construyendo un tejido social que permita un apoyo a la gestión del Gobierno.
¿Hay interacción con los ciudadanos, tienen aceptación?
Sí, la aceptación es grande. Nosotros hablamos directamente con los barrios y motivamos que estos se organicen, les damos la capacitación con respecto a la Red Ciudadana.
¿Cuáles son los parámetros para decidir que temas solucionar y para dar una capacitación diferente?
Nosotros vamos a empezar a solucionar los problemas de seguridad, lo que es delincuencia, pandillas; esa es la prioridad. Después seguiremos por lo que trata Gestión de Riesgos, es decir todo lo que son fenómenos naturales, incendios, accidentes, etc. Así seguiremos avanzando en salud, educación, etc.
¿Hay un tiempo límite para terminar estas capacitaciones?
No, el proyecto es sostenido, es un proyecto que avanza cualitativa y cuantitativamente y que está sustentado para muchos años en adelante, esperemos que algún día toda la comunidad ecuatoriana sea la Red de Seguridad Ecuatoriana.
“No se confía en las autoridades”
Este es una de las miles de historias que se escuchan día a día en el país este último año. Para esto Gustavo Larrea, ministro coordinador de la Seguridad Interna y Externa, dice que el Gobierno ha decidido crear una política de seguridad en la que los ciudadanos en conjunto con la Policía y las Fuerzas Armadas pueden trabajar en busca de la paz: denunciando los hechos, no comprando artículos de dudosa procedencia y protegiendo el interés común de bienestar, respectivamente.
En el 2008 se invirtieron 304 millones de dólares para que la Policía Nacional se provea de nuevo equipamiento como automóviles, motos, telecomunicaciones además de permanentes capacitaciones. “El nuevo equipamiento no es suficiente hay que aprender a trabajar con la ciudadanía para contrarrestar el crimen” dice, el Mayor de la Policía, Fausto Salinas quién también promueve el proyecto del Ministerio de Coordinación que consiste en la Red de Seguridad Ciudadana.
El pasado sábado 10 de enero se realizó en el ágora de la Casa de la Cultura la firma en el registro Oficial de la Red de Seguridad Ciudadana y la despedida , según Andrés Naranjo, portavoz de la Red, deben cumplir con estos objetivos en un plazo de dos años. Su principal propósito es capacitar a la familia como núcleo de la sociedad para así crear una conciencia de seguridad.
Este proyecto no satisface a la mayoría de ciudadanos, Amira Pérez, moradora del barrio la Floresta, cree que poner en práctica este tipo de proyectos beneficia solamente a ciertos sectores de la sociedad, “todos lo vecinos hemos acordado en contratar a una compañía privada de seguridad, porque no podemos esperar la voluntad de la Policía para que vigile nuestro barrio y de las capacitaciones que nos quieren impartir”.
04 enero, 2009
Mi corta reflexión.
La crisis financiera que no había ocurrido desde el lejano 1929; la elección de una nueva Constitución para los ecuatorianos; el debilitamiento de las FARC, con la muerte de sus líderes máximos junto con la liberación, de la tan querida por todos, Ingrid Betancourt; Liga Deportiva Universitaria con su triunfo en la Copa Libertadores y la medalla de plata en la Copa Mundial de Clubes; la muerte del líder político León Febres Cordero… Son pocos de los innumerables hechos que llenaron las páginas de lo diarios los noticieros de radio y televisión.
Pero de todo lo poco que les he podido enumerar, ¿cuántos de estos sucesos fueron debidamente investigados o analizados por lo diferentes medios de comunicación de nuestro país? sin tratar de ser cruel, podría decir que ninguno lo fue, simplemente fueron tratados superficialmente por la inmediatez y las ansias de ser “los primeros en información” o hasta la transmisión de esta información dependió de los intereses que pudieron haber de por medio sin importar a quien se le ponía el pie.
Por la falta de una bolita de cristal no sabremos que ocurrirá en este nuevo año, pero como periodistas tenemos la misión de informar cada hecho como si fuese el más importante porque se lo debemos a la sociedad que confía en nuestro trabajo.
La ética que debe manejar un buen periodista debe estar después de la ética que cada uno de nosotros debemos tener como seres humanos que vivimos en una sociedad heterogénea. Tenemos una nueva oportunidad en este año, no nos cuesta nada dar lo mejor que tenemos.
LA TRADICION QUE UNE
En estas fiestas, el corazón de la gente se ablanda y sin importar raza, color, ni religión; el abrazo y las bendiciones caen para todas las familias. “Y se siente el amor”, fue el comentario de la familia Rosales, mientras miraban una imagen del niño Jesús acostado en medio de una decena de trajes de colores para vestirlo, ellos acudieron al mercado navideño en el parqueadero número cuatro en el Parque
Lo que más deseaban era realizar su pesebre por primera vez y en el quiosco de la “seño Ana”, como todos la llamaban, esperaban encontrar todo lo que necesitaban.
El olor intenso a sahumerio y de fondo los villancicos del pibe Trujillo daban ambiente en el lugar, el sol que brasa en la ciudad de Quito al medio día fue testigo también de las ventas y de cómo poco a poco la decoración iba cambiando.
Al fondo del pequeño cuchitril como lo llama la seño Ana se encontraban un par de caretas que se venderán la próxima semana cunado se acerque el tan esperado fin de año para ella, pues es donde más hay ganancia, dice. A lado de las mismas, en medio de un par de cajas se encuentra José Antonio, de tres años de edad, es más conocido como el Pepito, es el primer hijo de la “seño” y con un tanto de seriedad y timidez observaba a Julián, hijo de la familia Rosales.
La simpatía del pequeño Julián se ganaba la mirada de algunos clientes que se encontraban en el mismo lugar, y sus ganas de jugar hicieron que se acerque a Pepito y con su mano melosa le brindo un par de caramelos.
En forma de agradecimiento Pepito le extendió la mano y llevó a jugar a su nuevo amigo en el césped cerca del quiosco de su madre.
La gente se iba acumulando en el parqueadero y personas ajenas a las dos familias con un par de comentarios hicieron sentir incómoda a la madre de Pepito.
“Hecha la importantes vienen hacer de menos a uno” dijo Ana, respondiendo al comentario de una cliente que recomendó a la familia Rosales que aleje a su hijo del otro niño porque podría contraer una infección. De inmediato Carlos Rosales respondió con una pregunta, diciendo “¿Ni por ser navidad ablanda su corazón?”, con las mejillas sonrojadas, la inesperada consejera se retiro hacia otro quiosco.
Mientras eso ocurría, sin poder entenderse, porque los dos niños aprendían a hablar, los dos niños reñían por un carrito de plástico y un grito de dolor se escuchó por todo el lugar debido a que Julián de un golpe en la mejilla tumbo a Pepito encima de un muñeco construido de aserrín con la careta de Álvaro Noboa, que se encontraba en la parte posterior del quiosco.
“No es cuestión de regalos, sino cuestión de actitud hacia la vida y las demás personas, lo que cada persona refleja es lo que lleva la gente en su interior” dijo al despedirse de Ana después de repartir bendiciones y mensajes de prosperidad.