28 enero, 2009

Para mi ser drag es parte de ser constante


Soy 20 años orgullosamente gay. Me descubrí como homosexual a los 13, en plena flor de la pubertad e inició de la adolescencia. Antes de contarle mi verdad al mundo decidí informarme y saber el por qué me gustaban niños de mi sexo, pero los libros de los años 80 se limitaban en decir que eran simples desviaciones mentales y perversiones por parte del ser humano.

No me quería aceptar, no quería reconocer lo que soy ahora porque me sentía como un enfermo entonces conocí a un amigo mayor a mí con 10 años y él fue quién me explicó que no tenía nada de malo en tener gustos diferentes, pero aún así no podía decirle a mi familia la verdad porque mi hermano mayor, Fernando, era homofóbico y decía que a los gays debían matarlos; entonces yo pensaba: “si supiera que a su lado tiene a uno”, y así continuaba con un millón de mascaras que utilizaba para cada ocasión.

A los 18 años decidí hablar con mi familia y lo que hay que tener claro es que si te rechazan no es por odio, es porque se preocupan por ti, por tu soledad en la vejez porque la idea de que tus nietos e hijos se hagan cargo de ti se desvaneció de sus mentes, solo con el tiempo mi relación con la familia mejoró y ahora es perfecta.

Estudié Arte en la Universidad Central. Dejé de estudiar por una razón: en el Ecuador o comes o estudias… Mi panza no esperó. Con todos los conocimientos que adquirí cree el Teatro Drag Dionisios, mi hijo tiene 10 años, y mi familia me apoya al 100 por ciento

Todos mis logros se deben a mi constancia y mi lucha para hacer realidad mis sueños, mi madre ha sido quien me ha dado la confianza para seguir siendo lo que soy, una persona de éxito que las personas quieren y admiran.